Opinion

Populismo sin fronteras en la ciudad mal mantenida y con sus calles cada vez más deterioradas y degradadas. Ni una calle asfaltada en tres años; riesgo para el tráfico, no sólo por lo que sufren los vehículos sino por su incidencia en la calidad de la ciudad, del tráfico y por su incidencia en la seguridad, con peores frenadas de coches y motos y caídas de éstas.

El Distrito Urbanizaciones de Alcobendas, La Moraleja, El Soto, El Encinar de los Reyes, El Arroyo de la Vega, Cuesta Blanca y El Parque Empresarial, ocupa una extensión de más del 50% del término municipal urbanizado de la Ciudad.

Ven que te leo un cuento… érase una vez un distrito feliz, que vivía feliz en el relato feliz de su gobierno que desgobierna. Un distrito feliz, muy feliz, en la felicidad sublime de saberse presidido por una concejal ora del partido que fuera naranja, ora del naranja que fuera partido.

Alcobendas es una ciudad creadora de empleo. Lo dicen los datos oficiales, que son muy positivos para nuestra ciudad. Así, según los datos de la Seguridad Social de diciembre de 2021, hay dadas de alta más de 117.000 personas en la ciudad. Eso son unos 1.000 trabajadores más que habitantes empadronados en Alcobendas. Un éxito. Otro dato, según el paro registrado en diciembre de 2021, Alcobendas tiene poco más de 5.000 personas en paro. Esto nos sitúa en cifras muy similares a la época anterior a la pandemia, cuando en 2020 había 4.977 alcobendenses buscando trabajo.

El amor de conveniencia que aglutinó a Cs en 2019, caducó cuando el pasado 4 de mayo Ayuso les sacó del tablero madrileño, y ese marchito desamor está monopolizando la política local, teniendo a nuestro gobierno más preocupado por sus peleas internas, que por sacar algún proyecto adelante.

En el Pleno extraordinario del mes de Diciembre, esta corporación ha aprobado los presupuestos para el 2022, presupuestos que afectan a toda la ciudad. En ellos, se recoge la distribución de los recursos municipales entre las diferentes áreas de actividad: limpieza, mantenimiento, cultura, servicios sociales, desarrollo económico, etc. Aunque son presupuestos para toda la ciudad, quiero centrarme en aquellos aspectos que afectan más directamente a los vecinos del Distrito Urbanizaciones.

Estos días hemos vuelto a ser noticia en un periódico de ámbito nacional por ser el gran punto de atracción de empresas de la Comunidad de Madrid y de España.

Este año que acaba de empezar está marcado por la polémica de la vuelta de los parquímetros a las urbanizaciones de Alcobendas. La zona ORA se implementará en todas las calles del Soto, Arroyo de la Vega, Cuesta Blanca, Fuente Hito y el Juncal, aparte de la plaza de La Moraleja donde ya está en funcionamiento. La idea del Gobierno municipal es que se ponga en marcha durante el próximo mes de septiembre. En este número realizamos un amplio reportaje sobre la trayectoria de la implantación de esta medida, que puso en marcha el antiguo consistorio, liderado por el Partido Popular, pero que con la llegada de la Pandemia y de Filomena se ha retrasado hasta la actualidad.

Aún no he pasado la treintena y me siento afortunada por tener un trabajo indefinido que me encanta. Lo mío me costó. Un doble grado que saqué con gran empeño, un año y medio trabando en una tienda de ropa en París mientras aprendía bien el idioma, y un máster pagado de mi bolsillo. Y aún así, no se crean que gano una millonada. ¡Ya quisiera! Tengo un buen empleo con el que puedo pagar mis gastos, pero sigo viviendo con mis padres porque sola me sería imposible. En todo caso, me considero una afortunada porque hay miles de jóvenes de San Sebastián de los Reyes que también han hecho un esfuerzo enorme estudiando y que no paran de esforzarse para tratar de conseguir un trabajo con el que labrarse un futuro. Y muchos, después de años de grados, posgrados y aprender idiomas, no lo consiguen o logran un empleo con un sueldo muy bajo.

La seguridad de sus habitantes es uno de los asuntos capitales de una ciudad. En San Sebastián de los Reyes, el Gobierno socialista de Narciso Romero y Miguel Ángel Martín Perdiguero sigue sin dar respuesta a una de las necesidades más acuciantes de nuestro municipio: la puesta en marcha de una base de Policía Local en las urbanizaciones. Algo que el Partido Popular de San Sebastián de los Reyes lleva años reclamando y que forma parte de nuestro programa electoral.

"El carácter se manifiesta en los grandes momentos, pero se construye en los pequeños" (Winston Churchill)

El tripartito aprueba en falso las cuentas para este año durante las fiestas navideñas, tal y como ya se formularan las de 2020 en bolivariana estrategia. Las ahora impuestas, atentan contra informes y leyes; maltratan a la oposición amparados en el rodillo del todo vale para la izquierda; y desprecian a los votantes y a los vecinos de Alcobendas.

Esto es lo que está ocurriendo con el maldito “bicho”, Delta, Ómicron y las nuevas variantes que vengan... Una, dos, tres vacunas… Esto sigue estando entre nosotros y perdurará por muchos años, además tendremos que convivir con ello por lo que se está viendo. Pero lo que sí sabemos, es que para combatir el Covid19, la única opción que tenemos de momento, es la vacunación. No es milagrosa, pero gracias a ella, los síntomas son más leves normalmente. Esta última variante no es tan dramática en cuanto a fallecimientos e ingresos en las UCIS, que haberlos haylos, pero es mucho más contagiosa y, además, se propaga muy rápidamente entre nosotros.

Esta serpenteante legislatura que acaba de cumplir dos años ha carecido desde sus inicios de programa. Asistimos estupefactos a la toma de decisiones, que en muchos casos afectan profundamente a la estructura social en la que se apoya nuestra convivencia, que no superan la categoría de ocurrencias, y que no tienen otra relación entre si que la de ser monedas de pago a los desaforados socios que sostienen a este arbitrario gobierno.

Qué tiempos aquellos, ya despedidos con el año ido, del naranja presidente de distrito. Su verbo suave, su mirada atenta, su dulce expresión y su medida voluntad de agradar a todos afirmando una cosa y la contraria. Incluso sus meteduras de pata, sus promesas perdidas, su desconocimiento continuo, las entidades impagadas, incluso los asfaltados de calles concretas y fecha cerrada que se quedaron sin calles ni fechas. Todo, incluso su reiterada ausencia, se envolvía de regalo, de fantasía… con su dulce expresión, su verbo suave y su vacía mirada atenta.