Radamel Falcao destroza al Athletic de Bilbao

Radamel Falcao es un delantero que no tiene la notoriedad y el autobombo del que gozan otros muchos. De Radamel Falcao se tiene la idea de que es un hombre de área pero nada más lejos de la realidad cuando es capaz de inventarse un gol como el primero ante el Athletic: recibió escorado un saque de banda de Filipe Luis, retrató a Mikel San José con un quiebro, se fue hacia el área y con un toque sutil superó a Iraizoz. Hizo un hat-trick pero pudo hacer seis dianas. [Narración y estadísticas (4-0)]

Todo salió bien en la ribera del Manzanares para los locales. El partido tenía ese resquemor por tener que jugarlo a una hora intempestiva y, sobre todo, a cuatro días de la Supercopa de Europa. No importó. Falcao se encargó de que todo se olvidase. Goles y fiesta. Hay que echar la memoria atrás para recordar un partido en el que los rojiblancos fueran tan superiores. Quizá ese último encuentro fuera la final de la Europa League ante el mismo rival.

El trabajo que tienen en Lezama es de aúpa. Esta semana se antoja decisiva para el devenir de los leones porque, tras lo visto en el Calderón y a pesar de la calidad de muchos de sus jugadores, puede pasarlo mal para mantener la categoría. Javi Martínez y Fernando Llorente no cuentan para el técnico e Iker Muniain, sospechosamente, se quedó de inicio en el banquillo. El rostro de Bielsa en el Vicente Calderón lo decía todo.
Los reservas también aportan

La defensa del Athletic fue una caricatura durante todo el encuentro. Amorebieta y Aurtenetxe eran baja. Con esta premisa, Gurpegui formó en el centro de la zaga e Íñigo Pérez fue el lateral zurdo de urgencia. Por ese carril, Arda Turan encontró una autopista. El jugador otomano ha cogido el rol que el año pasado tenía Diego y, actualmente, es el gran líder del equipo junto con Falcao.

Del 9 poco se puede decir. Bueno sí. Quizá se podía haber reservado parte de su munición para el viernes contra el Chelsea. Su segundo gol fue otra genialidad. Centro de Godín, en fuera de juego, y escorzo precioso en el segundo palo. Ya en el inicio de la segunda parte, forzó un penalti por mano de Gurpegui que el mismo convertiría. Exhibición que pudo ser mayor si hubiera estado acertado con su principal arma, los remates de cabeza.

La fiesta rojiblanca se completó con el golazo de Tiago. Trallazo desde fuera del área para batir a un Gorka que fue el mejor de los visitantes pese a haber recibido cuatro goles. Además, Diego Costa pisó de nuevo el césped del Vicente Calderón y Filipe Luis y Juanfran volvieron a la titularidad tras sus respectivas lesiones. Todo salió perfecto para el Cholo y sus pupilos. Por cierto, Simeone dejó a Oliver Torres en la grada. Próxima estación: Mónaco. Allí esperará el otro Torres.