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Una actriz española en mayúsculas

Muere Aurora Bautista, la eterna "tía Tula"

miércoles 04 de junio de 2014, 13:55h
Muere Aurora Bautista, la eterna "tía Tula"
La actriz, conocida por sus trabajos en películas como "Locura de amor" y "Teresa de Jesús", fallece en Madrid a los 86 años.

Si algún adjetivo define la personalidad artística de Aurora Bautista es la desmesura. El desgarro y la intensidad interpretativa marcaron hasta tal punto los personajes que encarnaba, tanto en el teatro como en el cine, que es difícil encontrar otra estrella del cine español que represente mejor que ella el espíritu del cine histórico de la Cifesa de los años 50. Debutó en el teatro de la mano de Cayetano Luca de Tena, director del Teatro Español, que se la recomendó a Juan de Orduña para el papel de Juana la Loca, en «Locura de amor» (1948), un papel que la convierte en la máxima estrella del cine español. Con Cifesa interpretará cuatro películas dirigidas por Juan de Orduña, con idéntico éxito: «Pequeñeces» (1950), «Agustina de Aragón» (1950) y cerrando la tetralogía de heroínas españolas, «Teresa de Jesús» (1961). El éxito popular de «Locura de amor» fue de tal calibre que estuvo un año en cartel y las colas daban la vuelta a la manzana de la Gran Vía madrileña, como en los cines de estreno de toda España. Es cierto que era un cine histórico grandilocuente, enfático y de cartón piedra, pero el personaje de Juana interpretado por Aurora Bautista lograba cotas dramáticas nunca antes alcanzadas. En especial la escena de su entrada triunfal en palacio mientras la voz en «off» va enumerando sus títulos, o la escena en la que se vuelve loca, cumbre del cine «camp» español, en la que Aurora Bautista, en el paroxismo de su desvarío dramático, repite enajenada: «No está muerto, está dormido».

Cine kitsch
Lo mismo puede decirse de su papel en «Pequeñeces», la veleidosa, egoísta y casquivana Currita Albornoz, interpretada con las hechuras de Bette Davis en «Jezabel» (1938). Muchas de las escenas entre Aurora Bautista y Jorge Mistral son cumbres del cine kitsch, memorizadas por sus numerosos fans, que conocían las frases claves, sin desdoro de su actuación, siempre vibrante y  de gran altura. Quizás a Aurora Bautista le sobró histrionismo y vehemencia en sus interpretaciones y le faltó contención, pero nadie ha discutido su valía ni el estatus de gran estrella y actriz dramática que alcanzó en el cine y en el teatro, donde interpretó papeles de mujer fuerte como «Yerma», la primera vez que se reponía después de la Guerra Civil, o la Maggie Pollit de «La gata sobre el tejado de zinc».

La mayoría de sus películas o son fallidas o tuvieron problemas con la censura, como «La tía Tula» (1964), dirigida por Manuel Picazo, que conseguiría una de las grandes obras maestras del cine español. Es de una morbosa sensualidad la escena en la que Tula se lava delante de un espejo con cierta delectación. Vuelve al teatro en los años 80 con la obra de Vargas Llosa «La señorita de Tacna», y a partir de entonces aparece en papeles secundarios en películas como «Amanece, que no es poco» (1998), «Octavia» (2002), de Patino, y su última colaboración con José Luis Garci, «Tiovivo. 1950» (2004).

 

Un verano triste para el cine español
Aurora Bautista se suma a la triste lista de grandes nombres de la escena española que han desaparecido en las últimas semanas.  Durante este periodo de tiempo también ha fallecido Sancho Gracia, uno de los rostros más carismáticos del cine y  la televisión. Un actor que se ganó el cariño del público con un personaje que nadie olvidará, Curro Jiménez, pero que después demostró que era más que un único papel. Otro de los actores que se han despedido este verano es Juan Luis Galiardo, un intérprete de raza y de gran creatividad. Y, también, Joaquín Romero Marchent, el padre del «western» español.

 

Una carrera de grandes éxitos
Aurora Bautista tuvo una trayectoria brillante. Éstas son algunas de sus  interpretaciones más brillantes.

-«Locura de amor» (1948), de Juan de Orduña
-«Agustina de Aragón» (1950), de Juan de Orduña.
-«Sonatas» (1959), de Juan Antonio Bardem
.- «Teresa de Jesús» (1961), de Juan de Orduña.
- «La tía Tula» (1964), de Miguel Picazo
-«Uno a uno sin piedad» (1968), de Rafael Romero Marchent.

 

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