www.tribunadelamoraleja.com

Copa del Rey. Madrid, 1-Barça, 2

Mourinho continúa dándose contra un muro

miércoles 04 de junio de 2014, 13:55h
Mourinho continúa dándose contra un muro
El Real Madrid más conservador, con Pepe en el trivote y Altintop y Carvalho titulares, se adelantó con un contragolpe culminado por Cristiano.

Será ya por complejo puro y duro pero los blancos no encuentran el antídoto. Si lo que buscaba con la apuesta descarada por la contención era el marcador, tampoco. Mourinho no dio con la tecla al plantear una batalla con el músculo al peso en su décimo clásico, condenando a los suyos con una receta de trabajo más propia de grupo pequeño. Ni en la estética ni en el resultado mereció más. Fue un Madrid-Barça áspero a más no poder, con un local que renunció al principio de personalidad contra su ogro-pesadilla y lo fio todo al contragolpe, pero le faltó salir con más piezas y un lanzador preciso para ese estilo. Terminó como casi siempre, esquilmado. Paciente el Barça en el revolcón con un cabezazo de Puyol con Pepe sesteando, y Abidal, tras un pase mágico de Messi en una de sus escasas apariciones. A fin de cuentas, el habitual orden de las cosas, del peso de su ambición y del fútbol. El Barça calibró su paciencia y no necesitó ni de la mejor versión de su astro rey argentino para su enésima y merecida conquista del Bernabéu.

Mensaje claro de batalla física, atrás. Sólo le faltó un aviso al presentar su alineación: Cuidado con el vigilante, muerde. No fue un dibujo de las cavernas, sino el himno del destajo delante de su parroquia con peloteros como Özil, Kaká y Marcelo de reservistas en el banco. El portugués tiró por el medio en su apuesta por la fuerza, el juego directo y a la contra. Partido de encarnadura gruesa, sin espacios, que cocinó y que no sirve tampoco. Carvalho -central- y Altintop -lateral derecho-. Uno, sin casi jugar por lesión casi cuatro meses. El otro, casi inédito, cumplió contra el gran coco. Por supuesto, la apuesta del debate, vuelta al trivote con Pepe en el medio acompañando a Lass y Xabi. Sí, otra vez la solución del stopper de cuatro patas para obstaculizar la sinfonía de toque azulgrana. Y claro, Pepe, que se pasó con el teatro al exagerar alguna falta y que debió ser expulsado por un pisotón de cabezaloca a Messi, ya tenía una amarilla a la segunda falta por entrada a destiempo a Busquets. Eso son los riesgos de un tipo que pierde el norte. Si terminó el partido, como Carvalho, fue porque el árbitro se hizo el sueco.

Al Barça le costó menos hacerse con más balón, aunque más crear peligro neto al inicio. Messi, esta vez, se tomó día libre de sus actuaciones superlativas en el Bernabéu y al Barça le costó calibrar sus piezas como ante los equipos pequeños. Eso sí, la Pulga Atómica tuvo el detallazo final que decidió en su pase hacia Abidal. Partido áspero de pizarra para el visitante por delante. Y más porque, a la primera contra, gol blanco. Cristiano fue lanzado en velocidad por Benzema con un latifundio por delante y Piqué en la persecución. Tras un bicicleteo burló a central para soltar un derechazo que se metió como un obús por entre las piernas de Pinto, hueco. Contestó el Barça pronto con un centro interior de Cesc que remató Alexis, de cabeza, en carrera y entre los centrales, que se terminó su parábola en el larguero con Casillas de estatua.

Cada contra del Madrid era peligro cuando se burlaba la primera línea de presión, aunque faltaba más precisión y un lanzador como Özil en la mayoría. El Madrid, pese al blindaje, tuvo algunos problemas defensivos en la zona de Altintop, a quien Iniesta y Messi le buscaron las cosquillas por dos veces que terminaron en disparos con mucha malicia. También Coentrao se quedaba trabado al tirar los fuera de juego. Uno con más pelota, el otro no cómodo del todo sin ella, aunque debe pensar Mourinho que la comodidad no existe.
El gol de Puyol

Y cómo el resultado daba la razón, el Madrid quería seguir su plan. Pero, qué cosas, el Barça burló el blindaje con un golpe de balón parado nada más salir de vestuarios. Sí, en un córner. Puyol entró de plancha de cabeza con Pepe dormido en un templado saque de esquina de Xavi. Se le coló por la espalda y mató al Madrid, que entró en fase de dudas hasta el final. Otro panorama distinto de azulgrana, cada vez más cómodo en su trono. Cuestión de seguir ajustando porque el intercambio de papeles -con Altintop tirando al suelo a Iniesta y Benzema rematando al poste su gran centro- fue un espejismo. Iniesta, Busquets, Cesc y un impecable Alexis tenían cada vez más peso en un partido que no podía escaparse.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)
Compartir en Google Bookmarks Compartir en Meneame enviar a reddit compartir en Tuenti

+
0 comentarios