Cualquier noche es buena para hacer méritos en el Madrid, un equipo donde Mourinho ha instalado la cultura del esfuerzo. Y no es eso de lo que hablan los políticos, sino algo tangible. Algo que se puede comprobar incluso en un intrascendente partido ante la Ponferradina, de esos que hace unos años eran un tostón en Chamartín. Y no es que esta vez sentara cátedra el Madrid, pero ganó y complació a su gente. Callejón, siempre ejemplar en el empeño, marcó dos goles. Sahin, Varane y Joselu, también nuevos, también con hambre, completaron la última victoria blanca de 2011.
Había media entrada en el estadio, con muchos peñistas haciendo frente al martes glacial con una bufanda y un bocadillo. Mourinho, populista o no, nunca se cansa de repetir que el único objetivo de sus artistas es divertir a la gente. Así que con Cristiano, Kaká, Higuaín, Marcelo y Di María de vacaciones, hizo un hueco en el once a sus fichajes del verano: Altintop, de nuevo en el lateral derecho, Varane, Sahin y Callejón. Incluso hizo debutar a cuatro canteranos, que eso también gusta al personal. Sólo Pepe y Benzema resistían entre los habituales titulares. Pero entre todos, a quien se miró con lupa fue a Özil, ausente en las dos últimas jornadas por incomparecencia de las musas. Partió el 10 desde la izquierda, por delante de Casado, y flotó por todo el frente de ataque. Antes de la media hora vio el desmarque de Callejón en el 1-0 y poco después sirvió desde la esquina para que Sahin cabecease a la red. Incluso participó en el 4-1, obra tardía de Joselu. Sin embargo, una de las conclusiones de la noche es que habrá que seguir esperando al mejor Özil. Añora el Bernabéu el fútbol grácil de Mesut, acusado de beberse la noche de un trago. Así que entretanto ha de conformarse con Callejón, tan descarado como su flequillo, tan ambicioso como un especulador de extrarradio. Puede que nadie le tome en serio, pero él tiene el íntimo convencimiento del éxito. Por eso, por su oportunismo, es el máximo goleador nacional del equipo, con nueve tantos en 580 minutos. Si quieren ahorrarse la división, sale a uno cada 64.