Durante el último consejo de Gobierno celebrado en el ayuntamiento de Alcobendas, se aprobó dar un ultimátum a la empresa Niesa, propietaria del terreno que utiliza como aparcamiento el restaurante Araceli, para recuperar el nivel de la altimetría de los terrenos que, según parece, decidió remover la susodicha empresa sin los permisos correspondientes para proceder a un movimiento de tierras de este calibre, decisión que había tomado con anterioridad.
Ahora la pelota está en el tejado de NIESA, empresa propietaria, que tiene que regularizar una serie de trabas para que este parking pueda seguir dando el uso que ofrece actualmente. El plazo para que esté todo en regla expira el próximo 11 de julio, y si no se soluciona todo antes, el ayuntamiento de Alcobendas procederá al cierre de este espacio. Ramón Cubián, concejal de Urbanismo en el ayuntamiento de la ciudad, se muestra claro y conciso sobre este espinoso tema: "Si no nivelan los terrenos movidos y recuperan la altimetría original antes del 11 de julio, nos veremos obligados a cerrarlo".