Los indignados que hasta esta noche acampaban en la madrileña Puerta del Sol han decidido continuar con sus protestas y por tercera vez en los últimos días se han manifestado en las inmediaciones del Congreso de los Diputados. Más de un millar de personas ha abandonado hacia la medianoche el punto que durante casi un mes ha acogido los debates y asambleas del llamado Movimiento 15-M y ha iniciado una marcha que les ha llevado por Gran Vía, la Plaza de Cibeles o el Paseo del Prado para culminar, de nuevo, en la plaza de Sol.
Durante algo más de tres horas, los manifestantes han recorrido el centro de la capital para tratar de mantener el eco de un movimiento que surgió para pedir un cambio político, social y económico y que en la jornada de ayer decidió levantar el campamento. Minutos después de retirar las tiendas y los toldos que durante semanas los han cobijado, los manifestantes se han encaminado hacia Callao y han conseguido cortar el tráfico de la Gran Vía, una de las arterias de comunicación de la ciudad, que soportaba entonces una escasa circulación.
Hacia la una de la madrugada la protesta ha alcanzado la plaza de Cibeles, donde varias unidades de agentes antidisturbios custodiaban el edificio de Correos que acoge al Consistorio madrileño, y se ha realizado la primera sentada de la noche. Una vez finalizada, la marcha ha continuado por el Paseo del Prado hasta la plaza de Neptuno, cerca del Congreso de los Diputados, cuyo acceso por la carrera de San Jerónimo estaba cortado por un fuerte dispositivo policial que ha vigilado de cerca la manifestación.