Es raro quien no tira de tópico. "Yo veo los documentales de La 2", hemos oído en más de una ocasión. "No, no, yo Sálvame no lo veo. Odio la telebasura". Los números, sin embargo, dicen otra cosa. Ahí están las audiencias. Entonces, habrá que hacerse la pregunta: ¿quién decide lo que veo en televisión? Respuesta: 4.625 hogares españoles, que son los que tienen audímetro. ¿Qué es un audímetro? ¿Cómo funciona? Estos dispositivos parecen más formar parte del ideario colectivo que ser una realidad. Su mitología está justificada en base al secretismo que los rodea. ELMUNDO.es ha contactado con varios panelistas, que así se llama a los que tienen un audímetro en su casa, para preguntarles por la experiencia. La teoría es clara: la relación entre el hogar y el audímetro se realiza mediante un mando a distancia. A cada persona se le asigna una letra en un botón que debe pulsar cada vez que enciende o apaga el televisor, o cada vez que empieza a ver o dejar de ver televisión. Además, si hay invitados en la casa viendo la televisión, debe reseñarlo.
"Pongo que una o dos personas están viendo la tele y no lo cambio en todo el día", confiesa el dueño de un audímetro desde hace tres años, que prefiere mantener el anonimato. "No le haces mucho caso. Nunca pongo si hay invitados en casa", apunta J., que lo tiene hace dos años y medio.
A Kantar Media llama gente que quiere tener un audímetro. No puede. La Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), que es la empresa que audita a Kantar Media, determina quién debe ser panelista en función de los datos del censo. Las personas consultadas por este periódico coinciden en que se lo ofreció un "comercial que llamó al telefonillo". "Iba puerta por puerta", apunta C. V., con audímetro desde hace dos años.
Durante las 24 horas del día, los audímetros registran todos los cambios que se han ido produciendo en los distintos televisores del hogar, hasta que cada madrugada llama al ordenador central de Kantar Media y vuelca toda la información almacenada. "Cuando me lo instalaron tenía un televisor. Ahora tengo dos. Debería haber llamado para que vinieran a instalar el audímetro, pero he pasado, es un rollo", cuenta el dueño del audímetro desde hace tres años.