El consejo de administración del Club de Golf, entre las cuerdas
miércoles 04 de junio de 2014, 13:55h
El Club de Golf La Moraleja celebró su La Junta General el pasado jueves día 24 de junio en los salones de sus instalaciones deportivas.
Algo más de 160 socios presentes y cerca de seiscientas delegaciones, la mayoría en la cartera del Consejo de Administración. Quizás este sea el motivo de la ausencia de muchos accionistas que conocen el procedimiento. Era el sentir general.
En efecto, a pesar de los reproches de la mala gestión de los tres últimos consejos, incluido el presidido por Ricardo Prada, por parte de la mayoría de los accionistas presentes, se sabía que las delegaciones tenían el poder. Por lo tanto, eso sí, tras la aprobación de cuentas y demás, llego el turno a ruegos y preguntas. El apartado, sin duda, más caliente de la jornada.
Juan Mato, en su intervención, se despachó a su gusto, recriminando al Presidente. Tenía información suficiente para demostrar, al igual que lo hicieron su antecesores en la palabra, la negligencia de la actual Consejo de aprobar unas cuentas que ofrecen muchas duda, tras la demostración de la última auditoría realizada. Se han pagado más de quince millones de euros por facturas sobrevaloradas. Estudios de medio ambiente, terrenos en Soto de Mozanaque, etc., que ha dejado la tesorería del club bajo mínimos. Es decir, después de cobrar más de 130 millones de euros, solo quedan en caja no más de 28 millones de euros.
Un derroche desmedido y sin control, como se demostró en la auditoria, que no tiene ni pies ni cabeza. Una tolerancia por parte de las dos últimos Consejos de Administración, responsables de tal desaguisado y que ha sido tolerado por la actual, al firmar las cuentas poco claras presentadas.
A pesar de la veracidad de estos hechos, algunos socios decían que había que hacer borrón y cuenta nueva. Que la basura había que dejarla debajo de la alfombra. Alguna supuesta vinculación con los hechos cabe esperar que tengan los que piensan así. La mayoría solicita una investigación profunda de estos hechos. Es mucho dinero el que se ha gastado y ha cobrado, multiplicado por tres, algunas empresas, supuestamente vinculadas con algún avispado socio que, en esta descontrolada contabilidad se ha puesto las botas.
Si la actual Consejo tuviera la más mínima dignidad, debería dimitir por los hechos que describimos. Dicen que tienen dinero para terminar los nuevos campos. Y nunca tan lejos de la realidad. Según los entendidos, los limitamos a las manifestaciones de los que entienden, con el dinero que resta después del derroche, es imposible hacer dos campos de 18 hoyos. Esto al menos dijeron dos de los socios cuyos conocimientos no tienen la menor duda, aunque uno de ellos también es responsable de este grave problema por el que atraviesa la entidad.
Sea lo que fuere, los votos delegados son los que confirman las decisiones. Y, éstos, están, por el momento, solo en poder del actual Consejo, cuya habilidad de consecución de las delegaciones del accionariado no tiene parangón. Esto nos hace pensar en una Junta General Extraordinaria, que desmonte esta licita, pero criticable. Es el aprovechamiento de estar en el poder establecido y, en consecuencia, disponer de la base de datos de los 6.000 accionistas.
Por otra parte, Hacienda ha reclamado el pago de la contribución correspondiente a la transacción de venta, al pasar los límites de reinversión. De esta forma, los que son 28 millones se convierte en 14 millones.
En suma, un Club modélico, único en su género, que nunca había tenido problema alguno, pero que a partir de llenarse sus arcas, todo han sido problemas. Un despilfarro sin límite, una ambición de poder y el empecinamiento de un Presidente que puede llevar a la crisis más profunda que ha tenido el Club de Golf La Moraleja a los largo de su modélica historia
Carta abierta al presidente
Lamente no poder quedarme hasta el final de la Junta General. Se alargo demasiado. Sin embargo, pude escuchar algunas respuestas que, como Presidente de la Sociedad Club Golf La Moraleja, hiciste de las intervenciones que tuvieron lugar en el apartado de ruegos y preguntas. Y, la verdad, me fui más decepcionado de lo que estaba en el inicio de la Junta, que fue aumentando en el transcurso de la misma y que colmó mi indignación al final, cuando diste tu versión sobre la retirada del servicio de lectura de “Tribuna de La Moraleja”.
Una vez más, demostraste una total falta de conocimiento de lo que es información y publicidad. Así te ha ido a tenor de los últimos acontecimientos. En las conversaciones que he tenido contigo, salí convencido que teníamos un buen presidente. Tus argumentos fueron convincentes. Y así lo reflejamos en nuestras páginas. Lo que no sabía era lo comprometido que estabas con algunos miembros de tu Consejo. Firmaste unas cuentas poco claras, a pesar de tu compromiso con los accionistas. Y este ha sido uno de los mayores errores, como lo ha sido la retirada del servicio de lectura de “Tribuna de La Moraleja”. Un boomerang que se ha vuelto en vuestra –mejor dicho, nuestra- contra, como se ha demostrado en estos días. No olvides que no hay un medio de comunicación pequeño. La libertad de expresión, aunque hayáis intentado callar, tiene estas consecuencias.
Flaco favor has hecho con esta decisión a nuestro club. Pudiste comprobar tu error en la mayoría de las intervenciones de los socios. Y todo por informar de lo que tú mismo corroboraste en las reuniones que tuve contigo, como era el despilfarro económico realizado por los Consejos de Administración anteriores al que tú presides. Se puede o no estar de acuerdo con la información. Para ello las leyes tienen previsto el derecho a réplica. Pero llegar al extremo de ordenar la retirada de un medio de comunicación, no lo entiendo. Incomprensible en un Estado de Derecho.
Me comentaste, cuando me puse en contacto contigo para tratar este tema, que todo estaba arreglado. Que el nuevo director general tenía órdenes al respecto. ¿Saben cuáles eran estas órdenes? Claro que las conocías. Las diste tú. Intentar que pagásemos por la distribución de nuestro periódico en el Club (¿), aludiendo que se trata de un medio publicitario. ¡Qué Falta de conocimiento de lo que es un medio informativo! Así nos va con los periódicos. Sirva de ejemplo las informaciones aparecidas en diferentes medios de comunicación, especialmente “Marca”, líder en la información deportiva, que ha informado y profundizado en ese despilfarro que puede arruinar al Club.
Todos los periódicos vivimos de la publicidad. Es claro y notorio. Por lo tanto, este tema no tiene ni pies ni cabeza. Es una ridícula justificación para discriminar un medio molesto, cuya finalidad, en estos más de cien números editados, es la de informar con la mayor objetividad de todo lo que sucede en nuestro entorno.
Para colmo, se distribuye una publicación totalmente publicitaria que promociona y vende viviendas de Lujo. Que, sepamos, hasta el momento, no ha pagado un euro, aunque manifiestes que ha patrocinado no sé que cosa. Y para mayor de los ridículos, distribuyes un desmesurado número de ejemplares de “ABC” porque en su interior viene una entrevista tuya, retirando del servicio de lectura todos los ejemplares del diario “Marca” que critican tu gestión.
Comentas que tu Consejo esta abierto a sugerencias y que buscas el apoyo de los socios. ¡Que gran mentira! En su día te ofrecí mi colaboración altruista por el bien de nuestro club. Creo que mi experiencia, con más de cincuenta años como profesional de la información, hubiese servido a la Entidad. Seguro que no se hubiesen producido estos lamentables hechos y nos hubiésemos ahorrado muchos quebraderos en todo lo concerniente a medios de comunicación
A pesar de todo, mi oferta sigue vigente. Nuestro querido Club no tiene culpa de los errores, uno tras otro, que cometen sus gestores, encabezados por el máximo responsable que eres tú. Espero, por el bien de nuestro club, que hagas lo que estas obligado a hacer o presentes tu dimisión. Las cifras que se barajan así lo indican y, además, obligan.
Saludos cordiales
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