Cuanto peor, mejor. La idea marxista perece haber sido la máxima del anterior equipo de gobierno socialista durante las últimas legislaturas en torno a los colegios públicos de Alcobendas.
Durante los ocho años que estuvimos en la oposición, el Partido Popular venía denunciando el gran estado de abandono en el que se encontraban los colegios públicos de nuestra ciudad; nada, como el que oye llover. Y era para preocuparse, porque cada vez que llovía aparecían goteras. Ni un euro de inversión. Pensaban que simplemente con las llamadas "campañas de verano" los colegios se mantenían en perfecto estado. Créanme, nos hemos encontrado colegios que tenían aulas sin utilizar por el peligro que conllevaba, otros que ni tan siquiera tenían una salida de emergencia, otros en los que las barreras arquitectónicas se encontraban a cada paso, otros en los que la cubierta volaba en pedazos con un poco de viento…
Sí, sí, señores del PSOE, ya sé que las Comunidades Autónomas tienen sus obligaciones pero, ¡qué fácil es echar la culpa a otros y mientras tanto seguir de brazos cruzados sin reconocer que existe el problema y esperando que alguien se lo solucione! Muy en su línea.
El alcalde de Alcobendas se comprometió en el pleno de diciembre del pasado año a dar prioridad absoluta a los centros públicos con una inversión sin precedentes en toda la Comunidad de Madrid; 12 millones de euros en esta legislatura. ¿No es esto apoyar a la escuela pública? ¿No es dignificar la enseñanza? ¿No es apostar por el futuro de nuestros niños?
Nosotros ya estamos manos a la obra y nunca mejor dicho. Mientras tanto el señor Zapatero a por uvas, invitando en su congreso a "trabajar y a consumir". Eso será el que pueda.