El precio de los combustibles continúa con su lenta aunque imparable escalada de precios. Eso es al menos lo que se desprende de la comparativa de precios que ha realizado LA TRIBUNA el pasado 12 de febrero en todas las estaciones de servicio de la zona. Los precios de la gasolina están a la orden del día, pues alcanzan máximos históricos. De media, los combustibles más utilizados por los vehículos han incrementado sus precios en torno a un 35% en un período de dos años, o lo que es lo mismo, desde el pasado año 2010.
Diésel propio
En este tipo de combustible es donde encontramos los precios más caros. El incremento de precio respecto al resto de combustibles es notable, por lo que llenar un deposito con diesel propio supone un desembolso muy grande para los consumidores.
Durante nuestro recorrido, hemos encontrado el precio más alto en la gasolinera CEPSA-ELF del centro comercial El Bulevard, mientras que, la gasolinera más barata en ofrecer este tipo de combustible es la situada en Alcampo-La Vega, con una diferencia de coste de 0,109 euros el litro, por lo que llenar un deposito en un emplazamiento u otro, conlleva un ahorro de entre 6 y 7 euros por depósito. Es para pensárselo.
Gasolina
La gasolina tampoco se queda atrás en el alza de sus precios. Y es que, en 2010 llenar un depósito de gasolina de un vehículo común suponía un desembolso de unos 66 euros, mientras que, a día de hoy, este derroche monetario alcanza los 87,06 euros aproximadamente. La diferencia se completa en más de 20 euros.
En el año 2010 el promedio de la gasolina sin plomo 95 era de 1,1066, mientras que ahora se sitúa en 1,451 euros. Por otro lado, la sin plomo 98 se encontraba en un coste medio de 1,22, mientras que en el año recién finalizado es de 1,48 euros.
Estación recomendada
Después de llevar a cabo este exhaustivo análisis, podemos afirmar, y por supuesto, recomendar, la gasolinera situada en Alcampo-La Vega, bien conocida por los residentes y trabajadores de la zona de alcobendas, pues es uno de los centros de surtidores más económicos de la zona, gracias a la política de sus precios a bajo coste.
Ahora bien, el emplzamiento está situado en una zona conflictiva a la hora del repostaje de varios vehículos, pues se producen grandes acumulaciones de tráfico tanto a la entrada como a la salida, provocando atascos y largas retenciones.