Rafael Nadal tiena una obsesión, una fijación que no pasa por tomarse revancha del serbio Novak Djokovic ni con recuperar el número uno del mundo: lo que más le importa de cara a 2012, dice, es recuperar la fuerza mental perdida esta temporada. "Es como todo en la vida, es más fácil dar un pasito hacia arriba que uno hacia abajo. Uno no siempre está perfecto, uno no siempre está con la misma ilusión, la misma intensidad mental", reconoció el español durante una entrevista con la agencia dpa en la que desmenuzó con llamativa crudeza los problemas que tuvo en 2011 y apuntó a sus objetivos en 2012. La de 2011 no fue su mejor temporada, pero así y todo ganó un Grand Slam y terminó como número dos del mundo.
¿No se autoexige demasiado, no tiene la sensación de que nunca nada es suficiente? Esto es también el precio de lo que uno ha conseguido antes... Nada es suficiente, ¿no?
Nada es suficiente no para los demás, sino para uno mismo. La exigencia de uno mismo sobrepasa la realidad, también, de uno. Claro, el año pasado se ganaron tres Grand Slams, este año se ha ganado uno. Es como todo en la vida, es más fácil dar un pasito hacia arriba que uno hacia abajo. Eso es lo que pasa, y al fin y al cabo uno no siempre está perfecto, uno no siempre está con la misma ilusión, la misma intensidad mental.
Usted viene insistiendo en que su mentalidad no fue en 2010 la de otras épocas.
Eso es fundamental en un juego como el suyo, en el que se puede decir que la mente es el mejor "golpe". En los últimos siete años mucho se ha dicho de que estaba lesionado, que no sé qué. Mucho. Es verdad que he tenido problemas físicos evidentemente, pero si hubiera tenido algún problema físico bravo no hubiera podido estar durante siete años consecutivos entre los dos primeros del mundo.
¿Su estilo de juego le exige más en lo físico que a otros jugadores?
No, es mentalmente, ¿no? Cada uno tiene su estilo de juego, pero mi concentración tiene que ser mayor a lo mejor a la de un Federer, Murray o Djokovic, porque tienen la facilidad de tener un golpe mucho más decisivo que los míos. Hay, entonces, un mayor desgaste para usted que para otros Esto tiene un desgaste mental, aunque los otros en algún momento se paran. Pero también tengo la ilusión de superar estos últimos meses, que no han sido positivos. He estado entrenando bien, pero a la hora de competir me ha faltado un poco más de pasión por el juego, intensidad en mis golpes, intensidad en mis piernas e intensidad mental. Lo más importante que falta es la intensidad mental, que lleva a todo lo demás.
¿Le molesta que se diga que su mente es su mejor golpe?
No me molesta, pero la gente está muy equivocada cuando dice que yo soy un jugador físico. Hay mucha gente que corre más que yo. Pero la cabeza es un plus... Es evidente que si estás cansado de cabeza eso se nota. Le pasó a Djokovic en el Masters. A todos nos pasa, pero si tienes un golpe decisivo, como Federer, que pega un saque, un golpe ganador, (el cansancio mental) se disimula. Los partidos, sin hacer nada, sin hacer mucho, los tienes practicamente igualados. Esta es la realidad. Yo, o estoy bien de lo otro, o me cuesta más. Tengo que estar bien mentalmente, que ha sido uno de los fuertes en toda mi carrera, y hay que trabajar para volverlo a estar.
Boris Becker dice que en 2011 usted jugó tácticamente bien hasta las finales, pero que en las seis que perdió con Djokovic su error fue insistirle con el drive cruzado al revés, porque ése es el mejor golpe del serbio.
Esto es demasiado simple. Yo creo que no es así. Yo no he estado al nivel este año, por momentos, y yo contra él no he jugado al nivel que he jugado otras veces, esta es la realidad. Que mi golpe de derecha no hace daño contra su revés... Bueno, ha hecho daño en el pasado, en Indian Wells hacía daño, en Miami hacía daño. Lo veo más un tema mental. A lo mejor he hecho tres golpes sobre el revés y no he aguantado hasta el cuarto, el quinto, el sexto, el séptimo... Con tres a lo mejor no le he hecho daño, pero con más a lo mejor así, y eso es lo que yo tengo que hacer no para jugar contra él, sino para jugar contra todo el mundo el año que viene. Insiste una y otra vez en el aspecto mental.
¿Pensó en contratar un psicólogo?
No lo hice jamás y la verdad que no lo pienso hacer. Respeto el trabajo de un psicólogo, evidentemente, pero para jugar al tenis no. Creo que hay cosas mucho más importantes para utilizarlo. Un psicólogo no me va a arreglar si quiero trabajar o quiero seguir teniendo la ilusión de darle para adelante. Hay algo que llama la atención. En el US Open de 2010, que usted gana, saca muy bien, pero luego ese servicio se va esfumando, y esta temporada no saca ya tan bien.
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