ACTUALIDAD

Alemania, 'desbordada' por las 'quedadas' en Facebook

Redes sociales. La situación, fuera de control

Miércoles 04 de junio de 2014
Las redes sociales están para relacionarse, pero en Alemania han llevado esto al extremo. Has ta tal punto que las autoridades se están viendo en problemas por las quedadas.

Policías a caballo, porras y chorros de agua a presión. Así han terminado, de mala manera, varias fiestas multitudinarias convocadas por Facebook para este puente de Pentecostés en Alemania, donde las autoridades han decidido poner fin a las aglomeraciones fuera de control, una moda de escalada fulminante que se les escapa de las manos. El alcalde de Düsseldorf, Dirk Elbers, de 51 años y miembro de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), ha tomado la iniciativa legal de prohibir las fiestas y barbacoas convocadas a través de Facebook bajo amenaza de multa de 10.000 euros.
En muchas regiones la policía ha decidido intervenir para poner coto a una práctica juvenil que, más que con la indignación, tiene que ver con las ganas de fiesta y notoriedad pública.
Más allá de los pepinos españoles

La alarma saltó a principios de este mes, cuando Thessa, una chica de Hamburgo que cumplía 16 años convocó a sus amigos a la fiesta a través de la red social y olvidó marcar el evento como privado. Se presentaron en su casa 1.600 desconocidos, según la policía, y la fiesta derivó en tumulto, con seis detenidos, destrozos en los jardines y ataques con piedras, botellas y petardos contra los agentes que acudieron a poner orden. La historia fue durante días trending topic, incluso por encima de los pepinos españoles, y muchos decidieron emular la convocatoria a modo de aprendices de brujo incapaces de controlar sus efectos. En Zwiesen, Baviera, dos chicas de 14 y 15 años llamaron en Facebook a una quedada este sábado que terminó con una borrachera colectiva de 600 jóvenes y con ellas dos en comisaría.

Más de 40 policías tuvieron que acudir a disolver la concentración de unos 650 jóvenes junto a un lago, cerca de Hamburgo, en la madrugada del domingo, cuando los vecinos pidieron ayuda ante un rosario de destrozos en propiedades privadas y la imposibilidad de conciliar el sueño. Atrás dejaron montañas de basura y botellas vacías que están siendo retiradas esta mañana por un equipo de limpieza contratado y pagado por los vecinos.