La OTAN ha centrado sus ataques de las últimas horas en la asediada ciudad de Misrata, donde los enfrentamientos entre rebeldes y fuerzas de Gadafi han dejado un auténtico reguero de sangre desde que comenzó la revuelta contra el régimen. Sólo en las últimas 24 horas han muerto 30 rebeldes, un portavoz de los insurgentes. Los bombardeos aliados destruyeron varios vehículos blindados y depósitos de armas de gran importancia, según ha informado la Alianza en un comunicado.
Algunos de los vehículos blindados atacados habían participado en el "bombardeo indiscriminado" en esta localidad, por lo que su destrucción supone reducir la capacidad del régimen de Gadafi de atacar a la población civil.
La Alianza ha denunciado que los pilotos aliados siguen viendo cómo las fuerzas de Gadafi continúan utilizando a la población civil como "escudos humanos", al situar armamento pesado junto a personas, viviendas o incluso mezquitas. "Se ha visto a tropas esconderse detrás de mujeres y niños. Este tipo de conducta viola los principios del derecho internacional y no será tolerado", recalcó el responsable militar aliado.