El problema surge cuando el autobús tiene que detenerse en la parada que hay justo enfrente del centro educativo. El ayuntamiento ha colocado entre los dos carriles de los que dispone la vía unos pivotes, para que no se pueda adelantar al coche de línea, con el problema de seguridad correspondiente para los estudiantes. Hasta aquí todo bien. Los acontecimientos se agravan todas las mañanas cuando los padres que llevan allí a sus hijos dejan el coche en doble fila para que se bajen sus infantes, con el atasco que se monta mientras el autobús realiza su parada. La solución es bien sencilla. Simplemente habría que mover la parada del autobús unos metros más adelante, en la rotonda, donde ya no existiría el peligro en el adelantamiento al autobús.