"Su partida entristecerá a sus parientes, a sus amigos y a sus lectores alrededor del mundo, pero esperamos que encuentren consuelo, como nosotros, en el hecho de que gozó de una vida larga, múltiple y fructífera, y deja detrás una obra que le sobrevivirá", han señalado sus hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana Vargas Llosa. Quienes también han agregado que “no tendrá lugar ninguna ceremonia pública por su fallecimiento y han señalado que confían en tener el espacio y la privacidad para despedirlo en familia y en compañía de amigos cercanos. Y sus restos, como era su voluntad, serán incinerados".
Vargas Llosa, que nació en marzo de 1936 en Arequipa (Perú) y tiene la nacionalidad española desde 1993 y la dominicana desde 2022, había reducido sus apariciones públicas en los últimos meses y residía en Lima. Antes, en octubre de 2023, anunció que se retiraba de la literatura con su última novela 'Le dedico mi silencio', y dos meses después, en diciembre, publicó su última columna, marcando su retirada del periodismo.
La historia del académico ahora fallecido estuvo determinada por la figura de su padre, un hombre autoritario que nunca quiso que fuera escritor. Hay que decir que Vargas Llosa conoció a su padre cuando tenía 10 años y fue a instancias de este que ingresó en un colegio militar, el Leoncio Prado de Lima, donde sufrió una gran disciplina que reflejó en “La ciudad y los perros” en (1963), novela tildada de "Comunista".
En 1959 llego a España con una beca para cursos de posgrado en la Universidad Complutense de Madrid, donde se doctoró años después con una tesis sobre Gabriel García Márquez, publicada luego como García Márquez: "historia de un deicidio". Y un año más tarde, en 1960, se trasladó a París, donde trabajó como periodista.
Cono escritor tiene una prolífica obra traducida a 30 idiomas, formó parte del llamado "boom' latinoamericano", junto con el colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014), el argentino Julio Cortázar (1914-1984) o el mexicano Carlos Fuentes (1928-2012). Además del Nobel de Literatura (2010), obtuvo numerosos premios, como el Cervantes (1994), el Planeta (1993) o el Príncipe de Asturias de las Letras (1986, compartido con Rafael Lapesa).
Y es que la vida de Vargas Llosa fue una existencia llena de literatura. Desde la publicación de “La ciudad y los perros” en 1963 con 26 años, su primera novela, el peruano se entregó al arte de las palabras. En solo una década más dio vida a otras tres obras: “La casa verde” (1966), “Conversación en La Catedral” (1969) y ”Pantaleón y las visitadoras” (1973). Ejemplares a los que siguieron populares novelas como “La guerra del fin del Mundo” (1981) y “Lituma en los Andes” (1993).
Pero fue con la llegada del año 2000, cuando Vargas Llosa publicó una de sus obras más vendidas, “La fiesta del Chivo” y, tres años después, “El paraíso en la otra esquina”, a la que siguieron “Travesuras de la niña mala” (2006) y “El sueño del Celta” (2010). En 2023 publicó su última novela, “Le dedico mi silencio” y tras una carrera repleta de reconocimientos, se convirtió en el primer autor de lengua española en ingresar a la Academia de la Lengua de Francia.
La política también ocupó parte de la vida de un Mario Vargas Llosa que trató de ser presidente de Perú tras conocer la persecución política y siempre tuvo el devenir de América Latina en su pensamiento.
Su carrera política formal comenzó en la década de 1980, cuando se sumó al movimiento Libertad, que integró a los dos partidos de la derecha tradicional peruana: Acción Popular y el Partido Popular Cristiano. Fue con esa coalición electoral, el Frente Democrático, con la que emprendió en 1988 su carrera hacia la Presidencia de Perú.
Pero Vargas Llosa, con un proyecto político anclado en el liberalismo económico, fue derrotado por Alberto Fujimori, su antítesis personal. Más tarde, el escritor obtuvo en 1993 la nacionalidad española para, en sus propias palabras, evitar "ser un paria", después de que Fujimori amenazara con quitarle la peruana al convertirse en su crítico más afilado. Ya en España, también se posicionó políticamente, donde en 2014 encabezó el manifiesto de Libres e Iguales contra el secesionismo catalán.