Se trata de un lugar inigualable que merece la pena conocer, un pueblo de esos que ya casi no quedan y que puede constituir el principal punto de partida para visitar otros enclaves con un gran valor histórico y cultural.
Se encuentra situada en la cordillera Carpetana, a una altitud de 567m haciendo frontera con la provincia de Salamanca y cerca de la comarca de las Hurdes. Si algo llama la atención del visitante en este pequeño municipio es la construcción de sus calles. Un laberinto de callejas y pasadizos que evocan el ayer, y que son testigos del paso de un tiempo que parece detenerse cuando uno se adentra en sus calles. Un placer para los sentidos de difícil definición y que constituye uno de los muchos encantos que posee. Se trata de una arquitectura muy particular donde antaño los pasadizos tenían la función de almacén de víveres compartido entre dos viviendas contiguas.
La mampostería, los muros de adobe, junto con la madera y la pizarra hacen de este espacio un lugar mágico y de gran riqueza cultural. No en vano ha sido declarado como conjunto histórico- artístico siendo Robledillo de Gata uno de los principales exponentes de la arquitectura de la zona donde destacan sus pendientes y sus angostas calles.
Iglesia de la Asunción
Destaca la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI. Su planta hexagonal se divide en cuatro partes. Destaca el artesonado mudéjar en la sacristía y que alberga en su interior un Cristo Yaciente articulado. Está situada en una colina en la parte superior del pueblo donde algunas de las casas destacan por las pinturas murales que aparecen en sus fachadas.
Viñas y olivos
A este entorno inigualable hay que sumarle la hermosura de los campos, sembrados de vides y de olivos cuyos frutos, de gran calidad,constituyen el sustento de muchos lugareños.
La ribera del río se encuentra adornada de huertos repletos de variados árboles frutales.
Fue en la Edad Media cuando se empezaron a utilizar los primeros molinos para mover el agua o moler el grano y la aceituna. En Inglaterra, Holanda y España comenzaron a instalarse en los siglos XII y XIII aunque se desconoce la fecha exacta en la que se empezaron a utilizar. Lo que sí se sabe es que Robledillo no vivía exclusivamente del cultivo del aceite aunque en su tierra existen olivos que son milenarios. Se conservan escritos a partir del siglo XI y XXII.
Ubicado en el llamado Molino de en Medio se encuentra el Museo del Aceite. En este original museo el visitante puede hacer un recorrido a través de la historia acerca del olivo y del aceite, de su importancia y evolución. Las diferentes formas de extracción, medida o conservación de la aceituna así como piezas interesantes entre las que destacan las lucernas de aceite romanas, cuernas de animal para llevar el aceite y el vinagre, aceiteras de hojalata o pellejos de cabra en los que se guardaba el líquido procedente de la prensa de las aceitunas.Todo ello acompañado de documentación gráfica de la época. Además, el visitante tiene la posibilidad de degustar los productos típicos de esta tierra extremeña. Las visitas se pueden realizar previa cita. Contactar a través de internet E-mail: [email protected]
Cómo llegar
Desde Madrid: Por la Nacional V hasta Navalmoral. Tomar el desvío hasta Plasencia. Una vez allí continuar por la carretera de Montehermoso-Pozuelo de Zarzón. Desde Cáceres por Coria, Calzadilla y Pozuelo de Zazón.
Donde dormir
Apartamentos rurales Casa Manadero.
Casa Rural Cosmopolita.