El objetivo de la inspección es revisar todas las instalaciones eléctricas incidiendo, además de aquellos puntos que más afectan a la seguridad de los usuarios y del personal de mantenimiento. En este sentido, se mirará con lupa, según el comunicado enviado, infraestructuras como la depuradora, los vestuarios, el vaso de piscina y las zonas adyacentes.
Así mismo, en la nota informativa, el Gobierno Regional informa que cada año se realizan más de 50 inspecciones y los defectos más comunes detectados son la falta de aislamiento en los cuadros eléctricos y sus conexiones, problemas en las protecciones diferenciales, enchufes o interruptores no estancos en depuradoras y vestuarios o defectos en las canalizaciones de superficie.
Recomendaciones
Desde La Comunidad se recomienda que se extremen las medidas de protección para evitar contactos directos con los aparatos.
En cuanto a las zonas de depuradoras, duchas y vestuario, es imprescindible que las luminarias esten provistas de tapas y los enchufes e interruptores deben ser estancos y la instalación debe disponer de un sistema de toma de tierra adecuado, manteniedo los equipos fuera del alcance de los bañistas. Así mismo, las zonas de ducha y vestuarios tienen que ir acompañados de aparatos de emergencia y señalización.
En total, hay 4.200 piscinas en funcionamiento de las que 150 son públicas. Desde el Gobierno Regional inciden en recordar que la campaña que dirige la Consejería de Economía y Hacienda a través de la Dirección General de Industria, Energía y Minas se lleva a cabo en toda la Comunidad, con especial énfasis en aquellas piscinas de uso público. Por último, El Ejecutivo autonómico matiza que el responsable del estado de las instalaciones es siempre el titular de las mismas.