www.tribunadelamoraleja.com

El día que acabó la crisis

Cuando termine la recesión habremos perdido 30 años en derechos y salarios

miércoles 04 de junio de 2014, 13:55h

Un buen diìa del anÞo 2014 nos despertaremos y nos anunciaraìn que la crisis ha terminado. Correraìn riìos de tinta escritos con nuestros dolores, celebraraìn el fin de la pesadilla, nos haraìn creer que ha pasado el peligro aunque nos advertiraìn de que todaviìa hay siìntomas de debilidad y que hay que ser muy prudentes para evitar recaiìdas. Conseguiraìn que respiremos aliviados, que celebremos el acontecimiento, que depongamos la actitud criìtica contra los poderes y nos prometeraìn que, poco a poco, volveraì la tranquilidad a nuestras vidas.
Un buen diìa del anÞo 2014, la crisis habraì terminado oficialmente y se nos quedaraì cara de bobos agradecidos, nos reprocharaìn nuestra desconfianza, daraìn por buenas las poliìticas de ajuste y volveraìn a dar cuerda al carrusel de la economiìa. Por supuesto, la crisis ecoloìgica, la crisis del reparto desigual, la crisis de la imposibilidad de crecimiento infinito permaneceraì intacta pero esa amenaza nunca ha sido publicada ni difundida y los que de verdad dominan el mundo habraìn puesto punto final a esta crisis estafa —mitad realidad, mitad ficcioìn—, cuyo origen es difiìcil de descifrar pero cuyos objetivos han sido claros y contundentes: hacernos retroceder 30 anÞos en derechos y en salarios.
Un buen diìa del anÞo 2014, cuando los salarios se hayan abaratado hasta liìmites tercermundistas; cuando el trabajo sea tan barato que deje de ser el factor determinante del producto; cuando hayan arrodillado a todas las profesiones para que sus saberes quepan en una noìmina escuaìlida; cuando hayan amaestrado a la juventud en el arte de trabajar casi gratis; cuando dispongan de una reserva de millones de personas paradas dispuestas a ser polivalentes, desplazables y amoldables con tal de huir del infierno de la desesperacioìn, entonces la crisis habraì terminado.
Un buen diìa del anÞo 2014, cuando los alumnos se hacinen en las aulas y se haya conseguido expulsar del sistema educativo a un 30% de los estudiantes sin dejar rastro visible de la hazanÞa; cuando la salud se compre y no se ofrezca; cuando nuestro estado de salud se parezca al de nuestra cuenta bancaria; cuando nos cobren por cada servicio, por cada derecho, por cada prestacioìn; cuando las pensiones sean tardiìas y raìcanas, cuando nos convenzan de que necesitamos seguros privados para garantizar nuestras vidas, entonces se habraì acabado la crisis.
Un buen diìa del anÞo 2014, cuando hayan conseguido una nivelacioìn a la baja de toda la estructura social y todos —excepto la cuìpula puesta cuidadosamente a salvo en cada sector—, pisemos los charcos de la escasez o sintamos el aliento del miedo en nuestra espalda; cuando nos hayamos cansado de confrontarnos unos con otros y se hayan roto todos los puentes de la solidaridad, entonces nos anunciaraìn que la crisis ha terminado.
Nunca en tan poco tiempo se habraì conseguido tanto. Tan solo cinco anÞos le han bastado para reducir a cenizas derechos que tardaron siglos en conquistarse y extenderse. Una devastacioìn tan brutal del paisaje social solo se habiìa conseguido en Europa a traveìs de la guerra. Aunque, bien pensado, tambieìn en este caso ha sido el enemigo el que ha dictado las normas, la duracioìn de los combates, la estrategia a seguir y las condiciones del armisticio.
Por eso, no solo me preocupa cuaìndo saldremos de la crisis, sino coìmo saldremos de ella. Su gran triunfo seraì no soìlo hacernos maìs pobres y desiguales, sino tambieìn maìs cobardes y resignados ya que sin estos uìltimos ingredientes el terreno que tan faìcilmente han ganado entrariìa nuevamente en disputa.
De momento han dado marcha atraìs al reloj de la historia y le han ganado 30 anÞos a sus intereses. Ahora quedan los uìltimos retoques al nuevo marco social: un poco maìs de privatizaciones por aquiì, un poco menos de gasto puìblico por allaì y voilaÌ: su obra estaraì concluida. Cuando el calendario marque cualquier diìa del anÞo 2014, pero nuestras vidas hayan retrocedido hasta finales de los anÞos setenta, decretaraìn el fin de la crisis y escucharemos por la radio las uìltimas condiciones de nuestra rendicioìn.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)
Compartir en Google Bookmarks Compartir en Meneame enviar a reddit compartir en Tuenti

+
0 comentarios