A pesar de lo informado en el número anterior de La Tribuna de La Moraleja, según ha podido saber la redacción de este periódico, las fuerzas de seguridad han conseguido detener a uno de los malhechores y recuperar en esta operación una de las cornamentas del ciervo sustraída en La Plaza de La Moraleja al final del pasado mes de julio. Lo que ocurre es que habían sido dos los robos y cada hurto de un cuerno diferente del mismo ciervo.
Trabajo de las lentes
Según fuentes policiales, la captura de uno de los cuernos se ha podido realizar gracias al trabajo de las cámaras de seguridad ubicadas en los alrededores de la localización. Concretamente, la lente protagonista de que esta operación se llevara a buen puerto ha sido la cámara destinada a la lectura de matrículas, identificando al propietario del coche y averiguando donde residía el susodicho delincuente.
El titular del vehículo resultó ser el padre de un joven vecino del Soto de la Moraleja, que cuando se le pidió que abriera el maletero del coche, se sorprendió al observar dentro del mismo el cuerno. La Policía, una vez localizó quién causó el destrozo, detuvo a los jóvenes que están a la espera de juicio por un delito de daños con el agravante de que esos bienes son de titularidad pública.
Desde tiempos ha, las Fuerzas de Seguridad estaban alerta pues estos cuernos no es la primera vez que son sustraídos por determinados gamberros. En esta última peripecia han sido vitales en la detención e identificación de los susodichos delincuentes, un vecino que llamó y los miembros del servicio de seguridad de la entidad de conservación de La Moraleja pues fueron ellos los que alertaron a la Policía local de que faltaba el cuerno izquierdo del ciervo, elemento clave pues a raíz de este momento se activan todos los mecanismos de detección por parte de la Policía Local y, utilizando las cámaras OCR o de identificación de matrículas, cotejando coches, marcas y modelos hasta que encontraron el coche sospechoso.
Cámaras de Seguridad
La actividad en La Plaza de La Moraleja ha variado totalmente desde que se instalaron las cámaras de seguridad en 2007.
Es por ello que tal vez sea necesario reforzar la instalación de este tipo de lentes en la ubicación, ampliando la actual cámara de lectura de matrículas OCR ubicada en la localización. Lo cierto es que si no es por el vecino que observó en directo cómo se llevaba este grupo de jóvenes el segundo cuerno, tal vez las Fuerzas de Seguridad no habrían podido dar con el paradero del segundo ciervo, pues el primero se encontró tirado cerca de La Plaza, pero nunca se ha sabido quién lo rompió y lo tiro.
Desde La Tribuna queremos hacer un llamamiento a los responsables de la administración pública que nos dirige para que refuerce las medidas de seguridad, no ya de los ciervos, sino de la zona en cuestión, puesto que es un punto geográfico de moda en la región, y en el que se disfruta de locales nocturnos. No estaría de más una lente de seguridad en el perímetro.
