A Iñaki Urdangarin le gusta correr. Se le ha visto muchas veces hacerlo por las calles de Washington, unas veces por placer, otras por mera urgencia. El duque es un deportista con fondo. Y menos mal, porque este fin de semana ha necesitado tirar de él para aguantar los maratones de preguntas a los que le ha sometido el juez Castro. Más de 21 horas de interrogatorio. Para entenderlo mejor: el yerno del Rey entró por primera vez a los Juzgados de Palma el sábado poco antes de las nueve de la mañana y salió al fin hoy lunes pasadas las cuatro de la madrugada.
Castro tiene fama de infatigable. Su foto saliendo y entrando de los juzgados a horas intempestivas es ya una estampa habitual en los medios. Este fin de semana ha vuelto a demostrar su aguante y por ende a Urdangarin no le ha quedado otra. Con pocos recesos de contados minutos, solo el juez empleó más de 15 horas para lanzar sus preguntas al yerno del Rey, que se mostró esquivo y poco esclarecedor. Tanto que acabó por sacar de quicio a Castro. "Para decir esto, mejor que no hubiera venido", le espetó en medio del interrogatorio después de que el Duque de Palma se escudara reiteradamente en respuestas del tipo "no sé, no recuerdo".
Una amnesia que irritó a un juez conocido por su dureza y socarronería y que sin embargo ayer, según se quejaron algunos abogados, mostró su "lado más light".
Algunos no dudaron en decir que si Castro hubiera grabado la comparecencia del Duque de Palma todo habría sido mucho más rápido. El hecho de tener que transcribir a la vieja usanza los interrogatorios era un lastre para el transcurso de la sesión. Ellos mismos vieron cómo las transcriptoras tuvieron varios cambios de turno.
Otros letrados dicen que todo se alargó demasiado debido a la pesadez del juez a la hora de insistir hasta la extenuación en algunas preguntas, muchas de las cuales ni siquiera las consideran de mucha importancia en la causa.
Pero Castro lo dejó claro a su salida de los juzgados cuando por fin había dado por terminada la segunda y última sesión: "Ha sido largo porque era necesario". También aseguró que no le consta ninguna queja de la Casa Real por la duración de las preguntas. "Por lo que a mi me consta, no es en absoluto cierto".
El magistrado explicó que el Duque de Palma respondió de forma correcta a todas las preguntas y también que el yerno del Rey negó el desvío de dinero a paraísos fiscales y atendió a las recomendaciones de Casa Real de dejar los negocios.
Pocos antes, Urdangarin pasó dos horas y media revisando los 42 folios de su declaración, después de que el interrogatorio en sí terminara pasadas la 1.30 de la noche. Finalmente, ninguna de las acusaciones presentó medidas cautelares contra el marido de la Infanta. La sorpresa fue que ni siquiera las pidiera la abogada de la acusación popular, Manos Limpias, a pesar de lo previsto. La letrada del sindicato, Virginia López, explicó que no era el momento procesal oportuno para solicitarlas.
