El primer tramo del primer encierro es lo más difícil de los sanfermines. De repente, la manada a toda velocidad. Este tramo en cuesta pronunciada, preferido por los mozos veteranos, es tal vez el más peligroso de todo el encierro. Y ahí se han visto las mejores carreras de este 7 de julio, las más puras.
Los toros de Torrestrella se han comportado con mucha nobleza desde el inicio: una velocidad relativamente templada para tratarse de los primeros metros, sin apenas miradas hacia los lados, sin un mal gesto. Y delante mucho corredores experimentados que han aguantado la carrera durante varios segundos, una auténtica heroicidad de la que algunos salían con limpieza y otros arrojándose al suelo para evitar la embestida. El encierro de Torrestrella llegaba a Pamplona muy desigual (con pesos entre 470 kilos y 610) y una merecida fama de ganadería peligrosa dados sus antecedentes. Se han tomado la carrera con calma, sin precipitaciones, formando una manada muy compacta hasta llegar a la larga recta de la Estafeta. Tan templados iban los animales que ni siquiera han rozado con los lomos la curva de la Estafeta.
Ya en la recta que conduce a la plaza de toros de La Misericordia se han producido los primeros incidentes: una caída de un toro que ha arrollado a varios corredores, el morlaco castaño que se ha tropezado y lo que parecía que se iba a convertir en un rosario de toros. Pero no. Cuatro torrestrellas han permanecido bien arropados por los cabestros y los otros dos restantes han buscado a sus hermanos para llegar prácticamente a la vez que sus compañeros de camada a la plaza, con poco más de dos minutos y 20 segundos.