¿Si le digo el 11 de julio 2010 que le que le viene a la cabeza?
El Campeonato de Mundo de Sudáfrica.
¿Cómo vivió ese campeonato?
Se vio a una España que había evolucionado muchísimo y para bien, tanto a nivel de equipo como individual. Y el resultado ésta ahí. Pero yo lo que destacaría fue el equipo, el apoyo de los unos con los otros.
Un cambio de aptitud y resultados que comenzó con Don Luis Aragonés. ¿Qué relación tuvo con él?
Pues muy buena No es que hubiéramos tenido una gran relación, éramos de generaciones distintas. Luis nació en el 38 y yo en el 50, pero hemos convivido y tuvimos un buen trato.
¿Qué supuso recoger el legado de Luis Aragonés?
Todo el mundo me decía, especialmente mis amigos, que era el peor momento para coger a la Selección, porque veníamos de ser campeones de la Eurocopa de Austria y Suiza en 2008. Sin embargo, yo les decía que era el mejor, porque veníamos de una senda de éxitos, con una plantilla muy buena y un estilo de juego más o menos reconocido. Afortunadamente no me equivoque.
Luego llagaría de Eurocopa de Polonia-Ucrania 2012 ¿Qué recuerdos tiene de aquella cita?
Empezamos contra Italia 1-1 con dificultades y terminamos ganando la final precisamente a los italianos con un contundente 4-0. Y seguramente, uno de los mejores partidos que hemos jugado a nivel de selección en los ocho años que estuve como seleccionador.
¿Sigue teniendo relación con aquellos jugadores que los llevo a lo más alto del futbol mundial y europeo?
No mucha. Es decir, si nos vemos y coincidimos en algún acto nos saludamos cariñosamente y nada más. Al fin y al cabo, ellos tienen su vida y yo la mía. y no es fácil. Pero bueno, tengo muy buena relación con todos, fueron ocho años muy intensos.
¿Cuál fue el mejor partido de la Selección en la era Del Bosque?
Decía antes el de Italia en la final de la Eurocopa de Kiev, pero también recuerdo otro que incluso le puede superar, el 5-0 a Bélgica en Riazor antes del mundial, en septiembre del 2009.
¿Cómo se lidia con los egos de futbolistas que ya son famosos en sus respectivos equipos?
En mi caso y el de mi equipo, no hemos tenido ningún problema y tendría que escarbar mucho para encontrar a alguien que no se comportarse debidamente. Pero claro, surgen problemas como en todas las familias y más teniendo en cuenta la singularidad que tiene el mundo del futbol, donde convocas a una veintena de jugadores y solo juegan 11 y esto siempre produce una preocupación para el entrenador. Pero de verdad, yo he tenido suerte en este sentido, porque siempre ha habido un buen comportamiento por parte de los jugadores que he convocado.
Iniesta, tras su gol en la final del mundial, se convirtió en el jugador adoptivo de todos los seguidores de españoles. ¿Usted cómo se siente de ser el único entrenador español que ha llevado a la Selección a ser la mejor del mundo?
Mi recorrido por el mundo del futbol lo saben todos los aficionados. En principio, yo me iba a dedicar, una vez que me retire como futbolista, a ser un entrenador formativo. Y estuve 17 años en la cantera del Real Madrid con el objetivo de intentar sacar al mejor talento que tuviéramos en las categorías inferiores del club y luego dale el mejor alimento para que llegara al primer equipo.
En estos años hubo momentos que lo conseguimos y otros no, pero pensé que iba a ser ya toda mi vida un entrenador formativo. Entonces, de golpe y porrazo me vi entrenando al primer equipo y posteriormente la Selección, cosa que no esperaba en ningún momento ni era mi ambición. Pero bueno, la vida afortunadamente a veces te da sorpresas. Y llegados a este punto. lo intenté hacer de la mejor manera posible y coincidí en ese momento con esa buenísima generación de jugadores que me llevaron a ser el entrenador campeón del mundo.
¿Se considera un líder?
Bueno, si lo definimos como atraer a la gente a lo que tu quieres en algunos momentos si, pero un liderazgo amable, cordial. En el fútbol, que es tan bonito, no puede haber un entrenador que este todo el día cabreado, porque es un deporte para pasárselo bien. Y como el que tiene que liderar siempre es el entrenador, con su ejemplo debe de tratar de acercar a los jugadores al fin común, que no es otro que ganar, aunque no siempre se consiga.
Como jugador, ¿cuál es el título que le hubiera gustado tener en sus vitrinas?
Sin ninguna duda una Champions. Nosotros jugamos una final en París en el `81 y no pudimos hacernos con ella. Pero fíjate, en esa Copa de Europa el solo hecho de llegar a la final ya fue todo un éxito, porque teníamos un equipo que era prácticamente jugadores de la cantera y no teníamos casi jugadores extranjeros. Y como jugador de la selección, evidentemente ganar una Copa del Mundo, pero claro, a cada uno nos ha tocado vivir el papel de una época y sus circunstancias.
Pero no todo es bueno ¿Cómo seleccionador cual fue su peor partido?
Seguramente el inicio del Campeonato del Mundo de Brasil contra Holanda, que íbamos ganando 1-0 en el primer tiempo y en el último minuto nos empataron los holandeses para luego terminar perdiendo 1-5. En definitiva, fue un mundial de mal recuerdo, para borrarlo de la memoria.
Ha sido nombrado presidente de la nueva Comisión de supervisión, normalización y representación que creó el CSD hace 5 días con el objetivo de tutelar la RFEF ¿Cuál es su misión?
En primer lugar, representar al fútbol español; en segundo lugar, velar por la transparencia y el buen hacer del próximo periodo electoral que tiene que vivir la Federación a la vuelta de los Juegos Olímpicos; y en tercer lugar, afrontar con éxito los retos que tiene el fútbol español por delante, especialmente me refiero a la Eurocopa, los JJOO y al diseño del próximo Mundial del 2030. Porque el Gobierno está preocupado por que el mundial salga bien. La imagen de España en 2030 también se juega mucho.
Pero tengo entendido que FIFA y UEFA no le gusta que los gobiernos se metan en las Federaciones…
En las cuestiones deportivas evidentemente no nos vamos a meter, pero también hay que preparar unas elecciones y el Consejo Nacional de Deportes también tiene una responsabilidad de que las cosas se hagan de la mejor manera posible.
A parte del fútbol, usted tiene un compromiso casi personal con la gente discapacitada. ¿Es posible el que futbol sea inclusivo para este tipo de personas?
Claramente que sí. Yo lo vivo en primera persona con un hijo con discapacidad y todos los sábados o domingos nos vamos por todos los pabellones de Madrid para jugar. Tenemos nuestra liga y dentro de las capacidades y habilidades que tenga cada uno para jugar al futbol están ahí y se lo pasan bien. Y como cualquier niño que se pone a jugar al fútbol sala o fútbol 11, se lo pasan fenomenal y a la vez se forman a través del deporte.
Ellos son felices desde el primer momento, van evolucionando a medida que pasa el tiempo. Aunque, seguro que también queda camino por recorrer. Pero lo que vivo es que hay una mayor aceptación de la sociedad hacia estas personas. Sin duda hemos cambiado y hay una gran normalidad por el resto de la sociedad.