“Pero es posible que el vaso se haya desbordado. Todavía el futuro nos pertenece.
El fin de las vacaciones de Agosto nos ha traído las habituales encuestas que los periódicos suelen publicar en estas fechas. Todas apuntan a una caída en la intención del voto socialista, y una significativa subida del apoyo al Partido Popular. Si, solo son encuestas, pero ¿cómo es posible que esto esté pasando si para Sánchez y sus socios este gobierno no puede ser más beneficioso para España?.
Es posible porque ha crecido el número de españoles que le han visto el plumero. Lleva ya seis años como presidente, pero no hay quien recuerde iniciativas políticas que hayan supuesto avances para nuestra sociedad. En lo que si coincidimos muchos es en que Sánchez ha generado una enorme crispación y decepción entre los españoles. No solo no ha gobernado, sino que ha vuelto a levantar muros entre los españoles dividiéndonos en buenos y malos. Si eres de izquierda, progresista se llaman, eres de los buenos. Si no, perteneces a la fachosfera, derecha o extrema derecha, y por ello no cuentas para nada.
Volvamos a las encuestas, solo encuestas, pero todas coincidentes en la tendencia al cambio. Tan pronto se dieron a conocer los sondeos, Sánchez anuncia la convocatoria de un Congreso, que se adelanta un año al previsto reglamentariamente. ¿Qué pretende?
Hay ruido de sables en el PSOE, y Sánchez, que tiene tiempo para todo menos para gobernar, se va a ocupar del vestuario.
Hasta ahora sólo habíamos conocido las críticas de socialistas ya retirados de la vida activa, pero en las últimas semanas han ido apareciendo aquí y allá insolentes que se atreven nada menos que a cuestionar decisiones del boss.
Sánchez ha ido creando a lo largo de los años un entramado muy denso de incondicionales, que lo son porque sus garbanzos dependen de su ciega lealtad. De ahí del que todavía mantenga una incomprensible intención de voto del 30%
Y ha convocado el Congreso para recordarles quien manda y actualizar la frase de Guerra: “El que se mueva…” “Estos desmemoriados se van a enterar…”
No está todo perdido. El problema es el sanchismo. Y quizás en el congreso la lealtad inquebrantable se venda cara.
Ya circulan nombres de quienes están renovando su perfil en Linquedin.”