Grandes polillas autographa gamma han llegado a Madrid debido al aumento de las temperaturas. Aunque no son peligrosas para los humanos ni transmiten enfermedades, pueden afectar la salud indirectamente al deteriorar los alimentos con sus larvas. Esta situación es cíclica y ha ocurrido en años anteriores.
Con la subida de temperaturas, han llegado a Madrid grandes polillas. No tiene nada que ver con suspesticiones si nos encontramos alguna por casa. Según los expertos, no hay ningún peligro: ni plagas, ni epidemias. Durante las épocas calurosas, la variedad autographa gamma es la responsable de esta migración en busca de terrenos más fríos.
Consideradas inofensivas desde el punto de vista de no ser venenosas ni picar a los seres humanos u otros animales, estos insectos pueden afectar la salud de manera indirecta. Esto se debe a que sus larvas, que se desarrollan en los alimentos, tienden a deteriorarlos.
Fuentes municipales han informado que se ha observado un alto número de llamadas por esta especie de polillas, lepidópteras, desde los distritos del sur y el sureste. Detallan que los insectos son "inofensivos" porque "ni pican ni transmiten enfermedades al ser humano".
"Con patrones cíclicos de duración limitada en el tiempo, esta situación parece presentarse", añaden. Además, explican que ha ocurrido en años anteriores como 1962, 1996 o 2013. Las causas pueden estar relacionadas con la existencia de ciclos biológicos, migraciones propias de estas especies y otras circunstancias ecológicas.
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